Hace varios años me hice con una imagen de una página del semanario cultural El Zancudo, que muestra la partitura de una polka de J.V. Aramburu. La polka se titula "La Sultana", y aparece dedicada "a mi amigo Miguel Ma. Oliviera hijo".
Por su relación con Caracas me atrajo inmediatamente el título musical, y sobre todo su ilustración -de autor desconocido-, con una odalisca que, abanico en mano, mira distraida por la ventana, por donde asoma una palmera, y más allá, el paisaje -suponía yo-, de la Sultana del Avila.
me dije, y aprovechando la morbidez curvilínea de la sultana, la usé muy contenta para ilustrar un texto sobre la morfología urbana de Caracas. Eso fue en 2002.
"Francisca Edwiges Neves Gonzaga, más conocida como Chiquinha Gonzaga, (Río de Janeiro, 17 de octubre de 1847 — Río de Janeiro, 28 de febrero de 1935), afamada compositora y pianista brasilera, vendió dos mil copias de la primera edición de su polka Sultana"
-sin el "La"-
"en tiempos en que un compositor promedio solía vender solo cien, y que pronto, otras ediciones fueron publicadas".1 El éxito de quien luego se convertiría en la primera compositora popular de Brasil había comenzado solo un año antes, en 1877 con la polka Atraente."
La necesidad de adaptar el sonido del piano al gusto popular le valió a Chiquinha Gonzaga la gloria (también descubrí que tienen en el Passeio Público de Río de Janeiro una escultura en su homenaje, obra del escultor Honório Peçanha.2
A estas alturas, no quería poner en entredicho el nombre, ya golpeado de por sí por el implacable olvido, del bueno de Aramburu, y menos dudar de la sinceridad de su amistad con Oliviera... Pero ¿cómo no sucumbir ante la delicia de la música de quien fuera la primera mujer en dirigir una orquesta en Brasil?
Si hay algún pianista entre el público, que se levante, por favor, para que nos saque a todos de la duda.
Cordialmente,
señora Gómez
1. Tomado de mp3.com
2. Tomado de julianadc /youtube.com
Listen to La Colonna Musicale
-Chiquinha Gonzaga. Atraente (Polka, 1877. Grupo As Choronas)
Un fragmento de una grabación c. 1913 de la polka Sultana de Gonzaga se encuentra en el disco: O Melhor De Chiquinha.
Some years ago, I came upon an image in a page from the cultural weekly magazine El Zancudo, showing the score of a polka by J.V. Aramburu. The polka is titled "La Sultana", and is dedicated "to my friend Miguel Ma. Oliviera Jr.".
Because of its relationship with Caracas I was immediately attracted to the musical title, and above all to its illustration -of unknowm author-, con una odalisca que,
abanico en mano, mira distraida por la ventana, por donde asoma una
palmera, y más allá, el paisaje -suponía yo-, de la Sultana del Avila.
-"Con el tiempo hasta a lo mejor podremos escuchar la polka",
me
dije, y aprovechando la morbidez curvilínea de la sultana, la usé muy
contenta para ilustrar un texto sobre la morfología urbana de Caracas.
Eso fue en 2002.
El
problema es que el tiempo pasa, y pasa, y aún ningún pianista ha venido
en mi auxilio a ejecutar la enigmática y decimonónica partitura. Así
que, no queriendo postergar más el enigma -que ocho años llevaba ya
engavetado-, al ingresar en el motor de búsqueda "polka la sultana"... descubrí estupefacta que en 1878 la señora
"Francisca Edwiges Neves Gonzaga, más conocida como Chiquinha Gonzaga, (Río de Janeiro, 17 de octubre de 1847 — Río de Janeiro, 28 de febrero de 1935), afamada compositora y pianista brasilera, vendió dos mil copias de la primera edición de su polka Sultana"
"Francisca Edwiges Neves Gonzaga, más conocida como Chiquinha Gonzaga, (Río de Janeiro, 17 de octubre de 1847 — Río de Janeiro, 28 de febrero de 1935), afamada compositora y pianista brasilera, vendió dos mil copias de la primera edición de su polka Sultana"
-sin el "La"-
"en tiempos en que un compositor promedio solía vender solo cien, y que pronto, otras ediciones fueron publicadas".1 El éxito de quien luego se convertiría en la primera compositora popular de Brasil había comenzado solo un año antes, en 1877 con la polka Atraente."
La necesidad de adaptar el sonido del piano al gusto popular le valió a Chiquinha Gonzaga la gloria (también descubrí que tienen en el Passeio Público de Río de Janeiro una escultura en su homenaje, obra del escultor Honório Peçanha. 2
A
estas alturas, no quería poner en entredicho el nombre, ya golpeado de
por sí por el implacable olvido, del bueno de Aramburu, y menos dudar de
la sinceridad de su amistad con Oliviera... Pero ¿cómo no sucumbir ante
la delicia de la música de quien fuera la primera mujer en dirigir una
orquesta en Brasil?
Si hay algún pianista entre el público, que se levante, please, para que nos saque a todos de la duda.
Cordially,
señora Gómez