El desván de un anticuario. Arturo Michelena (1893)

martes, 4 de mayo de 2010

Patio

Otro pequeño patio de Caracas: la Casa de Veroes, Altagracia (f. Hannia Gómez - Archivo Fundación de la Memoria Urbana)

Apreciado don Arístides:

En la casa de mi padre hay un saloncito apacible y discreto. Directamente se abre frente a él un pequeño patio por el que entra la luz desde lo alto entre paredes verticales. Tras una selva de lirios de sombra, surge el tallo verde de una palma que ha crecido tanto que ya su penacho se nos perdió de vista, cubierta arriba. Este es nuestro sitio favorito para conversar.
Y yo le dije:
-¿Verdad que nada como un patio, por pequeño que sea?
Entonces, a manera de respuesta, me empezó a recitar de memoria este verso -que aprendió en la escuela- de Ramón María del Valle-Inclán:

Para llorar penas
Qué lindo retiro
Lo menos cuatro ecos
Tiene aquí un suspiro.

Cordialmente,
señora Gómez

Listen to La Colonna Musicale
-Jordi Savall. Folias criollas (Hespérion XXI)

Dear don Arístides:

In my father's house there is a quiet and discreet living room. Right in front of it opens a small courtyard where the light enters from above between vertical walls. Behind a jungle of shade lilies, rises the green stem of a palm that has grown so much that we have lost the sight of its plume, above the roof. This is our favorite place to chat.
And I told him:
- Isn´t it true that there is not nothing like a patio, however small it is?
Then, by way of answer, he began to recite by heart this verse -which he learned in school-, by Ramon Maria del Valle-Inclán:

To mourn sorrows
What a beautiful retreat
Least four echoes
A sigh has here.

Cordially yours,
señora Gómez