El desván de un anticuario. Arturo Michelena (1893)

domingo, 6 de mayo de 2012

Post Card

"Macuto. Hotel Miramar" (Photo Postcard - Archivo Fundación de la Memoria Urbana)


Apreciado don Arístides,

De nuevo, el Miramar. Pero, fíjese, por favor, aparte de toda la belleza de esta Post Card fotográfica -y quizás por ella-, en la caligrafía meticulosa de quien la adquiriera un día para jamás enviarla...

"MACUTO": nombre de palacio.Y nombre de ciudad. Por arte de magia, Roma y Caracas se unen en una sola y palaciega palabra. De aquel Palazzo Macuto que se levanta...

 Cordialmente,


señora Gómez

 (Photo Postcard - Archivo Fundación de la Memoria Urbana)

Cordialmente,


señora Gómez


Listen to La Colonna Musicale
-Ottorino Respighi (1879-1936). Sonata per pianoforte in fa minore (P.16) (1897).


Dear don Arístides,

Again, the Miramar. But please note, apart from the beauty of this Photo Post Card -and perhaps because of it-, the meticulous handwriting of who acquired it one day to never sent it...

"MACUTO": a palace's name. And a town's name. Magically
, Rome and Caracas are united in a single palatial word. From that Palazzo Macuto that rises in...
Cordially yours,
señora Gómez

martes, 6 de marzo de 2012

Sogno due

(f. 'Balcone sul mare", Rapallo. Octubre, 2009. Alittam.com).

“Pero, ¿quién soy yo para negar una leyenda?"El libro de las ciudades, Guillermo Cabrera Infante.

Apreciado don Arístides,

Sentada en su mecedora de la calle Neverí, la dama recordaba. "Tocaba divinamente el piano", decía. "Pero aún mejor, el cémbalo-pianoforte". La melodía de una sonata barroca empezó a colarse suavemente por entre el delgado cañón de Colinas de Bello Monte. "Ferdinando Gasparo Turrini", reconoció. "Un paisano suyo de Brescia. Organista y compositor. Sus sonatas le apasionaban. En especial la IV en G Menor para clavicordio".

Volviéndose hacia arriba, tras las rejas del porche de su casa, dirigió una mirada a la Villa Monzeglio, aún colgando pasmosamente de la colina de enfrente. "Nadie sabe que ése no fue su único belvedere. Ni aquí, ni en Italia." La belmontina dama bebió un sorbo de su camomilla y continuó: "El era un Montini. Un primo del Papa. Del mismísimo Paulo VI, cuyo nombre de pila era en verdad Giovanni Battista Enrico Antonio Maria Montini. Ambos lombardos, de la ciudad de Concesio. De allí su educación artística, y su espíritu de alto vuelo..."

Y vaya que tenía vuelo, don Arístides. El volado de la villa caraqueña opaca ampliamente al de la célebre Villa Crespi, de Davide Pacanowski, construida en su respectivo farallón -o, mejor dicho, faraglione-, en Posillipo, por esos mismos años.

Villa Crespi, Posillipo. Davide Pacanowski, (1955).
"Vuelo, sí, que le hacía repetir en su arquitectura una y otra vez el mismo y fantástico sueño: lanzadas hacia el borde del abismo, en el extremo límite de sus formas, todas sus estructuras las calculaba para sostener en el espacio... el peso monumental de un pianoforte!" Las repasé vertiginosamente en un instante: la Villa Monzeglio y la Quinta Mi trío en las colinas, el edificio Trevi en Chacao, el Nicare y el Aricagua en Los Palos Grandes: los balcones en cantilever más osados de la Caracas moderna... trocados ahora en los oníricos pedestales flotantes de un instrumento musical!

"Hasta que un día", dijo algo ensombrecida, "decidió volver a Italia. Allí, en alguna desconocida y agreste costiera, construyó su última arquitectura. Y repitió sobre las rocas, anónimo y magistral, el sueño inaudito de Colinas de Bello Monte que le trajera la gloria, pero esta vez arrojándolo sobre el mar Mediterráneo. Tocando el pianoforte, al borde de su balcone sul mare, terminó sus días el gran Nigra Montini".

Cordialmente,

señora Gómez

Vista desde el balcón.


Listen to La Colonna Musicale
-Ferdinando Gasparo Turrini (1745-1820). Sonata IV in G minor (Michele Barchi. "The Harpsichord in the XVIIIth century of the Most Serene Republic of Venice")

“But, who am I to deny a legend?"  
El libro de las ciudades, Guillermo Cabrera Infante.
Dear don Arístides,

Seating on her
Neverí Street rocking-chair, the lady remembered. "He played the piano divinely", she said. "But even better, the cembalo-pianoforte". The melody of a baroque sonata began to sound softly in the narrow cannon between of Colinas de Bello Monte. "Ferdinando Gasparo Turrini", she recognized. "Organist and composer, from Brescia. He was passionate about by his sonatas. Specially about the IV, in G Minor for hapsichord".

Looking up through the ironworks of her house's porch, she gave a glance to Villa Monzeglio
, still astonishingly hanging from the hill in front. "Nobody knows that that wasn't his only belvedere. Neither here, nor in Italy." The belmontine dame sipped a bit of her camomilla and went on: "He was a Montini. A Pope's cousin. Cousin of Paulo VI, whose real name was Giovanni Battista Enrico Antonio Maria Montini. They were both Lombardians, coming from the city of Concesio. Therefore his artistic education, and his flight-elevated spirit..."

Highly elevated! And high it was, don Arístides. The cantilever of the Caraquenian villa widely dulls that of Davide Pacanowki's internationally famous
Villa Crespi
, built on its respective cliff -or, better, faraglione-, in Posillipo, by the same years.

"A flight, yes, that made him repeat in his architecture the same and fantastic dream
over and over again: thrown into the edge of the abyss, at the extreme limit of their forms, he calculated all his structures in order to bear in space... the monumental weight of a pianoforte!" I reviewed them vertiginously in an instant: Villa Monzeglio and the Quinta Mi trío on the hills, the Trevi building in Chacao, the Nicare and the Aricagua buildings in Los Palos Grandes: the boldest cantilevered balconies in all of Modern Caracas... now turned into oneiric floating pedestals of a musical instrument!

"Until one day," she said somewhat saddened, "he decided to return to Italy. There, on some unknown and wild costiera, he built his last architecture. And he repeated over the rocks, anonymously and masterly, the outrageous dream from Colinas de Bello Monte that brought him his glory, but this time throwing it over the Mediterranean sea. Playing the piano, at the edge of his balcone sul mare, ended his days the great Nigra Montini".

Cordially yours,

señora Gómez


sábado, 4 de febrero de 2012

La flamboyante

"Campos de golf - Caracas Country Club". Zelma Dale, 1952 (f. Archivo Fundación de la Memoria Urbana)

Apreciado don Arístides,

He ido recopilando estas hermosas vistas del Caracas Country Club. Son una serie de serigrafías que datan de 1952.

Me entusiasmaron desde el principio. Los campos de golf fueron capturados en medio del estío tropical seguramente en un caluroso mes de mayo, cuando la inflorescencia escarlata de los Flamboyants y los Bucares espolvorea de rojo la grama amarillenta. Al fondo, asoma la casa club Spanish Revival y, en un rápido bosquejo sobre el Avila, cilíndrico, el Hotel Humboldt.

Están firmadas a lápiz. Ambas con el mismo ágil trazo en negro, rojo y verde de los paisajes, de un soslayado plumazo. La rúbrica de Zelma Dale está estampada en una. Margaret Bowles es en cambio la autora de la otra.

"Caracas Country Club". Margaret Bower, 1952 (f. Archivo Fundación de la Memoria Urbana)

Pienso que Zelma & Margaret estuvieron juntas ese día en los campos de golf del Caracas Country Club. Ambas descansando bajo los árboles, ambas azoradas con las explosiones de escarlata, ambas rezagadas del party de golfistas. Ambas con la misma caligrafía, y la misma mano. Zelma & Margaret.

Y como hacía calor, y el sol brillaba cada vez más fuerte... decidieron dejarnos para siempre con la incógnita de cuál de las dos fue en realidad la flamboyante autora de las maravillosas vistas que he traído hoy para usted.

Cordialmente,

señora Gómez


Detalle. Margaret Bower, 1952 (f. Archivo Fundación de la Memoria Urbana)

Listen to La Colonna Musicale
-Dean Martin. Takes Two to Tango.

Dear don Arístides,

I have been recollecting these views of the Caracas Country Club. They are a series of serigraphies from 1952.

I
felt enthusiastic about them from the start. The golf courses were caught amidst a tropical summer, probably on the hot month of May, judging by the inflorescence of scarlet
Flamboyants and Bucares dusting with red the yellowish fields. In the background looms the necolonial club house and, in a quick sketch further up, the cylindrical Hotel Humboldt.

They are signed in pencil. Both with the same quick trace in black, red and green of the landscapes, with a sidelined stroke. The rubric of Zelma Dale signs one. Margaret Bowles is instead the author of the other.

I think Zelma & Margaret were together that day at the Caracas Country Club golf courses, both resting under the tress, both bewildered with the scarlet explosions, both lagging behind the party of golfers. Both with identical caligraphy, and the same hand.
Zelma & Margaret.

It was hot
, and the sun was getting stronger... So they decided to leave us for ever with the mystery of who of them was actually the flamboyant author of the marvelous vistas that I have brought for you today.

Cordially yours,

señora Gómez

jueves, 5 de enero de 2012

A Charming Book

Vintage Miniature Souvenir Book Charm (cerrado)


Apreciado don Arístides:

"Hace mucho tiempo, en un reino muy lejano, había una ciudad encantada que se llamaba Caracas...." Y de ahí en adelante el bello libro, enjaezado de joyas y arabescos, abría lentamente su pesada portada para empezar a dar rienda suelta al cuento de hadas.


Vintage Miniature Souvenir Book Charm (cerrado)

Qué potencia, qué fuerza tenían esos libros como cofres, joyeros guardando con siete cerrojos el precioso tesoro de una historia! Cuanto más poderosos se volvían los cuentos y leyendas tras la gruesa cerradura y sus bisagras centinelas!

Walt Disney fue el más hábil artífice de esta imagen en los 1950s. Inspirado en los volúmenes medievales iluminados por amanuenses artistas, abría siempre sus películas animadas con un libro que era en sí mismo un objet de vertú, tan precioso como su atesorado contenido. La pesada carátula de oro, de plata, de bronce o de cuero, recamada de piedras preciosas, encerraba un mundo y desataba un sortilegio. Basta un beso de amor para despertar en nuestras vidas a Sleeping Beauty: la belleza que duerme.


Vintage Miniature Souvenir Book Charm (abierto)

No es extraño, pues, que el mismo hechizo haya sido tan utilizado por la industria del turismo en la década de los cincuenta como recurso para atrapar el sueño fugaz de un viaje. Yo tuve en mi infancia varios little books como éste que le traigo hoy, don Arístides. El liliputense librito podía ofrecerse colgando de un llavero, o solitario, a manera de charm.

Sin santo ni seña en la tapa, al abrir el "Vintage Miniature Souvenir Book Charm", encontramos su título: "CARACAS". No obstante su arcaico aspecto exterior, la historia que va a presentársenos es moderna. La narración comienza con la visión de una torre inexpugnable, enclavada a la mejor manera Disney en lo alto de una montaña. El Hotel Humboldt.


Vintage Miniature Miniature Souvenir Book Charm (abierto)

Inmediatamente, la magia se desencadena... Dieciséis vistas a color de la ciudad unidas a manera de abanico caen en cascada: la Estación Maripérez, el Teléferico, la Estación Pico del Avila, la Autopista del Este, el Palacio Federal, la Avenida Urdaneta, la Plaza Bolívar. La tierra del futuro dentro del reino de la fantasía.

Plaza Bolívar.

Estación Pico del Avila.

Palacio Federal.

Viéndolas más de cerca, son postales fotográficas en blanco y negro que han sido dulcemente iluminadas a mano en tonos rosa y azul, amarillo y verde... probablemente por secretos amanuenses artistas provenientes de alguna abadía medieval en la comarca. Charming, isn't it?

Cordialmente,


señora Gómez


Listen to La Colonna Musicale
-Billy Strayhom. My Little Brown Book (Duke Ellington y John Coltrane, 1962).

Dear don Arístides:


"Once upon a time, in a very distant kingdom, there was a village named Caracas..." And from then on the beautiful book, harnessed with jewels and arabesques, slowly opened its heavy cover to give free reign to the fairy tale.

How strong, how powerful were those books like chests, jewel cases keeping safe behind seven locks the precious treasure of a story!
How more powerful these stories and legends became behind their hinges and guarding locks!

Walt Disney was the most skillful artificer of this image in the 1950s. Inspired by medieval volumes filled with pages illustrated by artistic scribes, he always started his animated pictures with a book that was in itself an objet de vertu,
just as precious as its treasured contents. The cover, weighed in gold, silver, bronze or leather, and studded with precious stones, contained a world and unleashed a spell. Just a love kiss was enough to awaken Sleeping Beauty, the beauty that sleeps, in our lives.

No wonder, then, that this spell was so used in the 1950s by the tourism industry as a resource to catch the fleeting dream of a trip.
I had in my childhood several
little books like the one I am sending you today, don Arístistides. The Liliputian little book could be offered hanging from a key holder, or singled-out as a charm.

With no traces on the cover, after opening the "Vintage Charm Miniature Souvenir Book," we read CARACAS. Despite its archaic exterior appearance, the story inside presented is modern. The narrative begins with the vision of an impregnable tower, located according to the best Disney way, on the top of a mountain.
The Hotel Humboldt.

Immediately magic is unleashed... Sixteen color views of the city attached in a fan manner fall in cascade: the Estación Maripérez, the Cable Car, the Estación Pico del Avila, the Autopista del Este, the Palacio Federal, the Avenida Urdaneta, the Plaza Bolívar. Futureland inside Fantasyland.

Seeing them from up close, they are black and white photo postcards that have been delicately illuminated by hand in shades of pink and blue, yellow and green... probably by secret artist scribes coming from a nearby medieval abbey. Charming, isn't it?

Cordially yours,


señora Gómez