El desván de un anticuario. Arturo Michelena (1893)

jueves, 5 de enero de 2012

A Charming Book

Vintage Miniature Souvenir Book Charm (cerrado)


Apreciado don Arístides:

"Hace mucho tiempo, en un reino muy lejano, había una ciudad encantada que se llamaba Caracas...." Y de ahí en adelante el bello libro, enjaezado de joyas y arabescos, abría lentamente su pesada portada para empezar a dar rienda suelta al cuento de hadas.


Vintage Miniature Souvenir Book Charm (cerrado)

Qué potencia, qué fuerza tenían esos libros como cofres, joyeros guardando con siete cerrojos el precioso tesoro de una historia! Cuanto más poderosos se volvían los cuentos y leyendas tras la gruesa cerradura y sus bisagras centinelas!

Walt Disney fue el más hábil artífice de esta imagen en los 1950s. Inspirado en los volúmenes medievales iluminados por amanuenses artistas, abría siempre sus películas animadas con un libro que era en sí mismo un objet de vertú, tan precioso como su atesorado contenido. La pesada carátula de oro, de plata, de bronce o de cuero, recamada de piedras preciosas, encerraba un mundo y desataba un sortilegio. Basta un beso de amor para despertar en nuestras vidas a Sleeping Beauty: la belleza que duerme.


Vintage Miniature Souvenir Book Charm (abierto)

No es extraño, pues, que el mismo hechizo haya sido tan utilizado por la industria del turismo en la década de los cincuenta como recurso para atrapar el sueño fugaz de un viaje. Yo tuve en mi infancia varios little books como éste que le traigo hoy, don Arístides. El liliputense librito podía ofrecerse colgando de un llavero, o solitario, a manera de charm.

Sin santo ni seña en la tapa, al abrir el "Vintage Miniature Souvenir Book Charm", encontramos su título: "CARACAS". No obstante su arcaico aspecto exterior, la historia que va a presentársenos es moderna. La narración comienza con la visión de una torre inexpugnable, enclavada a la mejor manera Disney en lo alto de una montaña. El Hotel Humboldt.


Vintage Miniature Miniature Souvenir Book Charm (abierto)

Inmediatamente, la magia se desencadena... Dieciséis vistas a color de la ciudad unidas a manera de abanico caen en cascada: la Estación Maripérez, el Teléferico, la Estación Pico del Avila, la Autopista del Este, el Palacio Federal, la Avenida Urdaneta, la Plaza Bolívar. La tierra del futuro dentro del reino de la fantasía.

Plaza Bolívar.

Estación Pico del Avila.

Palacio Federal.

Viéndolas más de cerca, son postales fotográficas en blanco y negro que han sido dulcemente iluminadas a mano en tonos rosa y azul, amarillo y verde... probablemente por secretos amanuenses artistas provenientes de alguna abadía medieval en la comarca. Charming, isn't it?

Cordialmente,


señora Gómez


Listen to La Colonna Musicale
-Billy Strayhom. My Little Brown Book (Duke Ellington y John Coltrane, 1962).

Dear don Arístides:


"Once upon a time, in a very distant kingdom, there was a village named Caracas..." And from then on the beautiful book, harnessed with jewels and arabesques, slowly opened its heavy cover to give free reign to the fairy tale.

How strong, how powerful were those books like chests, jewel cases keeping safe behind seven locks the precious treasure of a story!
How more powerful these stories and legends became behind their hinges and guarding locks!

Walt Disney was the most skillful artificer of this image in the 1950s. Inspired by medieval volumes filled with pages illustrated by artistic scribes, he always started his animated pictures with a book that was in itself an objet de vertu,
just as precious as its treasured contents. The cover, weighed in gold, silver, bronze or leather, and studded with precious stones, contained a world and unleashed a spell. Just a love kiss was enough to awaken Sleeping Beauty, the beauty that sleeps, in our lives.

No wonder, then, that this spell was so used in the 1950s by the tourism industry as a resource to catch the fleeting dream of a trip.
I had in my childhood several
little books like the one I am sending you today, don Arístistides. The Liliputian little book could be offered hanging from a key holder, or singled-out as a charm.

With no traces on the cover, after opening the "Vintage Charm Miniature Souvenir Book," we read CARACAS. Despite its archaic exterior appearance, the story inside presented is modern. The narrative begins with the vision of an impregnable tower, located according to the best Disney way, on the top of a mountain.
The Hotel Humboldt.

Immediately magic is unleashed... Sixteen color views of the city attached in a fan manner fall in cascade: the Estación Maripérez, the Cable Car, the Estación Pico del Avila, the Autopista del Este, the Palacio Federal, the Avenida Urdaneta, the Plaza Bolívar. Futureland inside Fantasyland.

Seeing them from up close, they are black and white photo postcards that have been delicately illuminated by hand in shades of pink and blue, yellow and green... probably by secret artist scribes coming from a nearby medieval abbey. Charming, isn't it?

Cordially yours,


señora Gómez




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